La semejanza de las propiedades físicas y químicas de ciertos elementos sugirió a los científicos del siglo XIX la posibilidad de ordenarlos sistemáticamente o agruparlos de a acuerdo con determinado criterio.
En el año 1869, el genial químico ruso Dimitri Mendeleiev se propuso hallar una “ley de la naturaleza”, válida para toda clasificación sistemática de los elementos. Clasificó todos los elementos conocidos en su época en orden creciente de sus pesos atómicos, estableciendo una relación entre ellos y sus propiedades químicas.
Independientemente, el alemán Lothar Meyer propuso una clasificación de los elementos relacionando los pesos atómicos con las propiedades físicas, tales como el punto de fusión, de ebullición, etc.
En su clasificación, Mendeleiev no consideró el hidrogeno porque sus propiedades no coincidían con las de otros elementos. Tampoco figuran en ella los gases nobles, porque no habían sido descubiertos aun.
La ley periódica de Mendeleiev puede ser enunciada del siguiente modo: los elementos están reunidos en grupos y períodos.
De la clasificación y sus comprobaciones experimentales se deduce que las propiedades químicas de los átomos se repiten periódicamente; esto se convierte en una ley natural aunque en la actualidad no se expresa en función del peso atómico, sino del número atómico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario